Este florero es una pieza única que fusiona la naturaleza con el diseño vintage. Inspirado en la delicada y distintiva forma de la flor y hoja) del ginkgo, su silueta presenta curvas suaves y líneas en abanico que evocan elegancia orgánica. Está elaborado en cerámica, con un acabado de vidriado crudo, lo que le otorga una textura brillosa aportando una sensación artesanal y atemporal.
El contraste entre la inspiración botánica, el diseño ochentero y el acabado cerámico le da al florero un aire sofisticado, ideal tanto para interiores minimalistas como para espacios eclécticos con toques nostálgicos.
